Abierto hasta el amanecer

Oh que fré que fait Dalí, je suis congeleti ici avec món soleil sentado en la mesa et avant lycée votre valisé a la consigne et un cafe au lait avec du croissant. Riéndo vacío sin saber porqué pasan los dias como pedazos de hielitos y esto sale sin saberlo todo mi gabinete de crisis y de excesos despampanantes, esto es parte de un texto desfigurado a golpes de bates de beisból y delirios de "Promenade dans Paris", de aquellos tiempos de surtidos de dos besos y picana eléctrica que arrancaron vidas ya idas en otras camisas en este rrope sorbete profiláctic donde nos acercamos al excremento de las palabras que se agachan con el sol, se rie la calle antipática y secota cuando asoma la yugular esta polilla debajo de la cama, llena de banquetes; me asaltan sus miradas con humo que leen ahora esto que ya esta mirando al después que mueve lentamente las piernas y sale de un cajón de tu escritorio de tu hotel en la selva negra para colgarte en el aire de la propia novela del lector que solo se interesa por leerte por no responderte ni un mennsaje ni una señal ni una taza ni hablar de lluvia de oro ni salto del tigre ni compota de lágrimas y risas, pero te tiene entre sus papeles doblado como un gato de cartulina, te tiene en la piel, te lleva en la sangre, esta bordado al corazón, en ese síncope del deseo que siempre te espera con traje de pavo real y un letrero de taxi libre y otro de abierto hasta el amanecer. Agora la corbata me afloja la cabeza que afloja la memoria un rato, los ojos cierran esto que saludan ademanes como reconstruidos con todo incluido, gastos incluidos y se estremece el sol todavia agachado detrás de la basura, suelta su peluquín el aire; los ojos perezosos se convierten en dos cisnes que se pierden en la mentira.