Segunda alegoría

La idea no tiene ni idea Urik del silicon mental de la novelle de la interrupción en su trozo de cara a medio empezar en la distinta como en otra cara con tantas puertas que van a ninguna parte que corren con otro interés de borrador en un boceto de encanto extraviado en el fracaso total de los puntos adquiridos ahora en la basura junto al espejo roto que nota su cara anticuada esfumarse en una insulsa sombra que entre otras caretas lentamente devoran lo podrido. La idea no sabe lo que el cuore dice desde su apartamento y dicta, nadie va cambiar su retirada salud ni un modo oscuro ni un mediocre algo ni menos un cable de France Presse, quedan los extraño que el corazón saca con letra de mujer, ya no salen las tantas palabras echadas en el buzón del amor queda el dernier for ever salido de su boca y su mejilla recostada en un hombro de su especial amor, la música de su piel y la lluvia en el último abrazo del alma que decora la memoria con la viva claridad del amor mas puro envenenado por ese hondo misterio del abismo de su segunda alegoría.

Cara de humo

No puedo escribir todas las veces que el corazón escarba, los pobres dias y las decepciones de su cara de retazos de colchas causada por la suciedad y la lástima del deterioro del menjunje de su carencia que se pudre en otra cara de humo en otra cara inútil, días demasiado empastillados encapsulados buscando el virus del fiasco buscando la especulación y el olor a duda y dos palabras que salen del corazón sin querer dañar a nadie, solo el escarbador de basuras revuelve todo en este caso y despacha su versión de apestoso aliento el nuevo ortopédico, sale de la basura otro cráneo y como un insecto el nuevo rollo se expresa y responde con la diminuta señal barata su baba de basura dominada por la angustia de silencioso fracaso.

Otra descomposición

La entrada del paseo de su columna como otro turismo off en ese traslado de la tripa enmohecida en lo que queda aporta de esta manera algunas imágenes alegóricas que dictan desde la memoria, las respectivas cátedras de la soledad escribiendo con el silencio que suspira de pie como un cadáver, el esbozo raro de la vida con sus absurdos y sus susurros de polyuretano de crimenes de amor de tortura y de la necesidad de amar. Ese gusto de prostitución de propiedad de las expectativas como una sombra de muerte con sus lágrimas mezcladas con la lluvia y toda esa mística de la sensualidad que se va en otro rostro empezando otra descomposición.

Distinguida muerte

Narra su nunca publicada escritura que no desea un encuentro ahora, se despliega la distancia su orgiástica escasa casi, recoge paz entre otras cosas desde el punto de vista que ha calmado la rienda de los sentidos su goce y escribe la ausencia su afectivo desorden de aquello que hubo que tirar a las ratas, todo aquello unido, los kilos de deseos podridos los labios aplastados en otra foto con búhos y sombras que pasan y hubo que separar las caricias del aire secar la sangre dialogar con la soledad cara a cara y devolver todo el mundo de los abrazos en las venas hasta los ojos hasta los dedos las lenguas y todas sus tizas hasta que la serenidad entre en su plato de vientres y en otras dosis dejar que esta silenciosa forma de hablarnos
distinga esta criatura.