Spekulatius

25 gramos de atardecer, tres huevos y no se entiende ni una puta palabra lo que dice el cable de la lengua que te extraña, están todos repasados los orgasmos, sin limite de gasto en decoración, hechos de caviar, spekulatius los amantes lésbicos de la belleza colocada en lámidas a tus pies que no piensan en el regalo de Papa Noel, este año solo pavaditas en tiempo de crisis mi querido guiso de lentejas, así dice la nieve de la calle olvidada de tu espalda que solo viene con dos renos y Melchor en la lista de espera del nutricionista silencio que es un placer poder besarle el sexo como un pavo, pero no importa, ya nada me importa; no sé si ustedes se han parado a pensar que es lo que importa, ustedes del otro lado del horizonte en esas mentiras que parecen grandes verdades sin morderte apenas la confianza ocupada por el tiempo perdido en otra foto que no tiene nombre pero posa desnuda como esperando tu sonrisa entre los enfermos dentro del beso y queda ganadora la foto en una seca respiración acelerada de ella mientras posa y masturba a la escalera con su dedo de consolador eléctrico salido del propio aire traspirado lleno de dulces negocios mimosos como algo para comer que sale del marmól y se mete dentro de su labio azul. Hóy cuando me levante; al entrar al baño el baño era otro al verme el ojo que sigue ahí con el sexo de la conjuntivitis metiéndo su concha de chapa y pintura en mi cara acariciando recetas de Augmentini 500/125 mg via oral recubierta de pelicula que me baja la inflamación con otra receta hasta sentirme mareada. Ahora el ojo ya esta en la cama para ser chupado, dedo a dedo del ojo, olerlo como lamiéndolo como follando al ojo con otro cadáver delicioso debajo de otra gota de coliricusí 6533224 g que levanta el deseo para estar entre sus piernas en el globo óptico del trance tapado por el baby-doll.