Cosa que casi nunca

Va y se para detrás de su medio lechón que fuma la navidad sin historia ni huevo, cerca de un turno que espera la cuenta de la ducha de los dientes y los ojos como si nada, cosa que casi nunca pasa que viene o llama que viene a esta hora. La navidad no sabe si sale esta noche con vitrola con tripi con mandanga con lluvia de oro, beso negro o muerta en la saviola de la alpargata que va transformada en una mierda de paloma artesanal del delirio de la ensalada que espera el otro medio lechón para salir hacia la tostadora del pan de babas de su capuchino. Dúplex quintúples trensis de las nalgas que vuelan por el barrio en supergas y gastan palabras los aburridos ratos que se quedan quieto dos croquetas y seguramente pensaran otras palabras por momentos conversando preparando soplos que me tienen en sus manos y tratando de poner buena cara buscando no se qué, qué palabras turbias correctas ingenuas imprecisas estatuas calladas terminadas dadas que no me preguntan nada y tampoco me dicen que desea en ese remoto contexto de buscar un momento asaltante adecuado al espacio de un suspiro.