Lóbulos esperando a Fellini

La cervilcaja me acuesta los lóbulos, me fabrica un crochet entre las costillas, ella ha cambiado mi espalda de selecta pelela de restos de torsos y libros que dirijen este despido en el porsche del teatro que hace esto y caen sus ventas caen sus porcentajes, sus correas de reloj, caen hechas de orgasmos y adaptaciones que mueren en la ausencia que no puede empezar un ring en el taburete este de la soledad que tiene mi espalda como a una ballena enjaulada con una ventana donde esta el mar con llave y no puedo mover un muscluc un diente de una pieza en un esnob, nada de nada de lujo ni ostrias, no puedo hacer nada de moda, no tengo lemas, me encanta su frescura, atrevida, la cara comida por los labios esperando a Fellini, caen colchas vertebras y ni el placer de tu masaje se permite el lujo de partirme el cuello, ni decir un título a esto ni custodiar la durabilidad esta en chevaux en un trikini que dura hace dias en mi pulmón como un resto de un temporal mal clavado en las chapas de la cola que necesita un buen culo para los vaqueros que brotan orgánicos aldodónes entre otras cosas ya que los clientes no quieren que les cuenten cuentos, ahora van al grano, todo de guante blanco; te piden la web la leche el cocodrilo y el plástico.