Tuesday, April 21, 2009

Gaz





















Supongo que un suspiro vuelve enfermo a esta torta frita de madera en este gelatiñu croqui martes con reloz cucú que también toma merca con Dios y su madre y me enseña a volar por este paraíso de ver, de reír y de escuchar cuando tiembla el fone y suena un huevo mudo en el muslo que expresa esta uva garnatxa del deseo con gaz gaz gaz de un rostro entrando en tu cuerpo con una docena de huevos caseros y cien gramos de tornillos de 1/2 pulgada y nada más. Se mueve el silencio con un pañuelo en la cabeza, habla de la ONU del FMI de Messi de Obama de Galeano y sale hacia el reloj de la vida que muere cada noche entre sombras en los pretiles de la cama, número one, babydoll bleu y servicio completo de carnes que cruzan velozmente Nuevo París hasta el Mercado Modelo y con una mirada, solo una mirada más, con una mirada más que entra en su silueta de rungurungu de gato y le aniquila la espalda y las alturas de la piel con la nariz, le chupa todo el contenido con una sola canilla, le empapa con cointreau los panes, le saca los tacos y le besa los ojos hasta que muere en el bolsillo de atrás de su mejor pantalón.

1 comment:

Anonymous said...

Dios: "No es que tome merca, lo que pasa me gusta su olor... Les juro."

Sacado de "Yo, Teo y sus caprichos"

Aguante Marulanda.