Teoría de una lata de paté

La entrada me clava los ganchus, no dice nada el alcohol, salta polvo de su voz de imperturbable amante, cae su sustancia flotando, la noche va de un bocadillo caliente aporotado a una pierna de manteca président, fácil de untar que ya no esta en el buffet del enano alto ni esta la nube de una pareja que tiene muchas hileras; la mujer rata escupe una abuela contra la cafetera, la everedy da vueltas estilo jolibú, gira gira levanta vuelo con dos figuritas de queso y sale sin cabeza, un terú terú pide la cuenta, un beso sale de un vaso, una muchacha esta dentro de un couland y llora y saca fotos, un moco salta de mesa, asoma una oreja el chocolate, una planta de perejil sale de otra oreja, falta Betteredge en la mesa 61 pidiéndo por lo menos tres loros, extraño a mis croquetas como nunca; la lata que ya no esta a mi lado no me llama ni me responde, debe estar enojada con razón, cosas que pasan en las latas de paté que no es mi paté ni sé de donde sacaron esa foto con jamón mía en el Lamborgini con el oso Antonio y la del duplex en Montecarlo. Aviso a los navegantes no queda mas foie, esto es muy grave, me parece que una mujer es tragada, nadie dice nada, un hombre que quería ser otro pide mas pan, siempre falta ensalada dice un velo de ñandu, los putos platos no pueden con tantas hermanitas de la caridad y en cambio una lata espera en su zen desde hace tiempo su momento para escucharla, para la reflexión del enano por la falta de su rosa o la falta de la mujer foie que muere por dos sienes y ofrece la nutria y el lechuzo sea la hora que sea, trae buena planta buena pastela el churrasco alargando las napiers debajo de las peceras entre todas los porotos intentando todos envueltos en chalá tomar una gota de su balde y le guardan en un cuadro una parte de tu carne del aire que pasa y no pregunta donde esta la sardina, saluda y se mete en el cuerpo de una mosca.