Dichoso aquel

Me piró me tomo el buque me rajó me tomo los vientos salgó volando vuelo en SAS en TAM en este adiós, voy dejando la inspiración del pico de irnos de una vez por todas y no voy a verlo entre sus tres pastas de yeso cada jour, a veces llegó y lo veo como un zumo o una heladera, la cafetera es un tormento, entro como cuando se entra en el cuerpo de un enorme pollo con facebook y cebollas, dichoso saludo al asesino aquel de la ternura del aire en los cuadros y a las chips en la puerta rebosantes de sexo y a toda la humanidad que cuelga de las paredes como escuchando fascinado cualquier ruido; no es fácil arreglar este aburrimiento cada día mas hondo pero salto al vació otra vez en la memoria estupefacta dulce y viene una luz lila y caballos y edredones de despojos celestiales que lo vienen a comer con renovados frascos y con algodones y masas de palabras en silencio y más silencio.