Capítulo 23 base: sepia

Casi las once y media, mañana gris, complicado escribir algo, no salen las palabras. Parece todo un cuento que me despierta y me pasea por el pasaje, me cepilla los dientes el espejo, detrás el living me mira, la habitación me mira, las fotos se miran entre ellas y tengo sueño. Amor se espera tu voz, tu sonrisa, el reloj da vueltas, dan vueltas los libros que miran las fotos que me miran atravesando el hall del apartamento de doña Ana para llegar a esta silla número 2 del locoturio Catalunya y de manera que nadie se ha dado cuenta.
No sé si te pregunté por el contrato indefinido del amor, yo tengo una copia en el cajón de los caramelos de dulce de leche, tengo también desde hace poquito esta cosa que deja un poco triste, no sé que otra cosa decir, no se tendría que decir nada supongo, pero me sale decirlo, solo eso, pero no me importa ni me hace daño, de momento es sublime y precioso amarte y no sé más, sigo con ganas de vivir, de reir, y de irme a vivir a marte, nada mas.