Y que hace el silencio en estos tantos días separados los crotos?, no hace nada, la ve subir los escalones de la distancia a su grabado armenio con barbudos de Sitges entrando con la boleta de la compra del semen y los diferentes labios podridos; piensa en lo esencial y lo raro de este fiambre, lo que no está y lo nunca visto, silencio gris, libros casi siempre sin terminar, papeles aspirantes a un nuevo orden mundial, toda cosa arrastra a la confuzeta del paquete de polvos fantásticos que somos cuando pasan los afectos como personajes caricaturistas que no acaban de funcionar, cuesta, no se olvida facílmente el curso de riesgos laborales, los suspiros en el silencio admirados por la oscuridad y sus fiascos, que tiempo maravilloso de secuestros de miradas hechas nalgas, ahora el tiempo mira feo, la mente goza con lo vivido y sigue su descenso hacia la concha de su madre, hacia su cara de calabaza, hacia otra concha con chapitas de agua mineral con gas y parecen pavadas en el sueño pero vienen a esta mesa y se mezclan con otros cocineros, otros dientes, aparecen animales desconcertados, mi ascensor trae la valijita con las pastillas, el cuerpo se abre, se abre la cabeza, esto es lo que se llama pérdida total de besos jugosos, solos, te pido diez minutos más, ahora en el espacio este imposible, abrazados ensartados devorándonos los dedos.
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