Pico

DE COSTADO ENTRE LOS GANCHOS ABRIO UN OJO
MIENTRAS SU CUELLO DISPARO UN MOVIMIENTO AL AIRE QUE HABIA PERFORADO LA ALMOHADA CON UNA OREJA Y EN ESA ENERGIA -ROSA CON VERDE DE LA VIDA ABANDONADA COMO UNA BOMBA-
EMPEZO A SENTIR ALGO DIFÍCIL DE SABER, COMO SI FUERA UN EXTRAVÍO
COMO SI EN ESE SUEÑO, O DENTRO DE LA BARRIGA DE TODO ESO,
SUAVEMENTE Y DESENCAJADAMENTE NO PUDIERA ENTERARSE
DEL ENCANTO DE LA NOCHE.
SE LEVANTO EMPAPADO
NADANDO ENTRE LAS SOMBRAS QUE DORMÍAN ABRAZADAS ENTRE LOS MUEBLES.
NO PUDO RECONOCER EL SILENCIO
Y CUANDO LA NOCHE YA HABIA ENTRADO COMO UN SONÁNBULO
SE LEVANTO EN BUSCA DE UN POCO DE AGUA Y SE DIO CUENTA
QUE SUS MANOS ESTABAN CONGELADAS
Y LOS DIENTES ZUMBABAN COMO GALGOS Y
TUVO QUE ASUMIR QUE NI LA BOCA NI LOS COLMILLOS CON SUS CALDEREROS
ERAN SUYOS.
SE ACERCÓ COMO PUDO A LA CAMA EN PUNTILLAS
Y LE DÍO UN BESO EN LA ESPALDA A SU MUJER.
SINTÍO QUE EL PICO ERA DE OTRA BOCA Y DE OTROS GAJOS,
A ELLA HACIA TIEMPO QUE LE PASABA ALGO DIFÍCIL DE SABER.
CADA VEZ QUE SE ACERCABAN HABIAN DECENAS DE LABIOS Y CARICIAS MUERTAS ENTRE LOS 200.000 PARÁSITOS... CAPRICHOSOS BRAZOS DE LAVA, BOLAS DE ALGODÓN O DE TURRÓN PERDIDOS EN OTRA ENERGÍA NUCLEAR,
JAMÁS PUDO CONTROLAR ESE TIEMPO INFECTADO,
NI SABER SI EL PICO ERA SUYO O DE OTRA.