Es parte de todo este aire que te cuida como loca
que te siente y que quiere seguir todavía en tu barriga
y de las limpiezas que te buscan como monjas
y del viento que quiere abrir las ventanas para sacudirles
los claveles y las hojas de nísperos a todos
con sus correspondientes aguas termales
y el barco de ojos negros de las palabras
ojos que son las vacaciones.
Quizás todo vaya quedando que los ovarios ni imaginan el tamaño
que existe en la explosión donde el cerebro no es más que un resplandor
lleno de boquitas empapadas
soñando con las luces
de un viejo carnaval .
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