Suerte dispar

Como boniatos se nota que recién abrimos los zapatos de los ojos en rápidas torpes frases sin palabras ni un poco de lengua ni docentes que quieren estar bajo su falda bajo su espesura debajo de la gran verga de la siesta que aprecia este vientre desnudo a este texto también desnudo y lubricado. Entonces no se como coger esto como follar este aire que se mete desnudo entre mis ojos y este teclado lleno de posiciones en el aire lésbico de la nada que tiene placer por algo nuevo y te vuela la tapa de los macarrones de tal manera que solo tengamos que pedir parmesano para comerte en diez minutos. En realidad todo es improvisación hasta ese minuto final que al final se convierte en otro placer que penetra con el humo en la pared.