Los ojos del cine ya no son azules

Se fue el azul, cerró el azul de Hollywood, se lo llevó un cáncer de pulmón, se llevo al buscavidas, marcado por el odio, como el juez de la horca, como el golpe, como un dulce pájaro de juventud, como la ausencia de malicia, con el agua al cuello, al caer el sol se fue el mas grande, como dos hombres y un destino, como la gata sobre el tejado de zinc, como un camino a la perdición, como un veredicto final se fue el viernes el azul de sus ojos a los 83 años. Los ojos del cine ya no son azules; su arte era la actuación, su pasión las carrereas, su amor, su familia y amigos, "Si tengo un filete en casa para que voy a comer una hamburguesa" bromeaba en relación a las tentaciones. Los ojos del cine ya no son azules, ha repartido más de 150 millones de euros en fines benéficos, creó un centro de rehabilitación de drogas en nombre de su hijo Scott. Se fue la eterna seducción, el genio discreto, elegante hasta morir, no tiene reemplazo la humanidad ni las especies, se ha marchado el mas grande, el uno, el mito adorado por los mas grandes, el gran Paul Newman, se ha marchado el hombre mas amado por mujeres y hombres, un dios todopoderoso.