Ni siquiera un pétalo

Es indudable que al comienzo nada queda o lo que queda se va como manteca al techo. Al comienzo rebuscarte es recomplicado según la altura de la vista de tu vuelo que en una fracción de segundo tu cara pasa como una moto y me acaricia como una bufanda y la luna entre los descuartizadores celosa se pasa para el living para ver gran hermano en la pantalla plana que se ve de puta madre. Te trato de encontrar en el comienzo de la noche, te busco minuciosamente en cada pisada del silencio, es posible que hayan quedado caricias tuyas envueltas para el tiempo que te baja los pantalones con una extremadamente sensación de exquisitez cuando venís cubierta de dulce de zapallo en un sueño y somos visto por los duendes que posan como latas todas las noches con el insecto de la soledad que fuma como una condenada. Te sigo sin encontrar entre las amatistas, las caricias se paran se detienen y se afeitan, se falsean miradas se intercambian ojos pechos dientes adioses espaldas mejillones, también te comento que el aire de la distancia esta empaquetando caricias que quedaran vestidas de papel de seda esperando tu cintura. Y así seguimos hasta las afueras de un texto sin vos, sin arroz fejoada saúde y libertad, así los años siguen atravesando con sus caballos nuestra esquina olvidada.
Parece como si estuviera dormido y la misma dormida almohada se despierta un poco antes y me viste y me lanza entre las lámparas de la ciudad en forma de tres bellezas de dulces de magia que intentan matarme a besos cerrados y espesos pero no pasa nada, sigo flotando en busca de no se que cosa comprar para comer y para que comer si hambre hambre no tengo, en fin es un rollo esto de quedar flotando en plena avenida por ese último beso que me chupó todas las otras mujeres que habitan y que es ella y son tres monumentos históricos y siempre lo mismo, sigo flotando ahora mas mareado mas dormido mas en trance y aunque me señalen con el dedo y me señalen con el vaho y el tufo de la frialdad los ojos de miles de especies celosas de la película de la noche que le perforan el americano de Massimo con los lacrimales misiles de los sentidos y le comen un hombro sin provocar un orgasmo ni siquiera un pétalo, ahora ya es tarde.