UNA LINEA

Salé entre los Campeones de Colombes y Amsterdan y me lleva a Montevideo, me persigué por todo el Parque de los Aliados, me tratá como a un ternerito, me tirá las fotos como de chanflé o de efecto para que me la lleve atada al zapato en la escuela para el partido contra los curas bufarrones y para ir también al cumplaeños de quince de "La Liguria" y verla bailar con el Coronel con el sargento y con uno de los novios y para encontrarme con ella 30 años después en la suite de 1800euros del Hotel Oriente y para morirme en sus medusas eléctricas que me cepillan el cerebro y me lame como si fuera una mulata de fuego salida entre los salames.