Dos metros de largo

Atún mariné madmoiselle figurett de golf de este recital de palabras llenas de pezones, de atúnn mariné es ella querido Urissssss, la durmiente sagrada mentira entre las bombas nuclearas y flujos de sus ojos al por mayor y menor de la virginité a esta altura mucho mas centrada en la risa para desaparecer y al poco rato pintar agarrotadísima entre los canelones de espinacas y los escombros cuando la ví por primera vez entre las cajas de bananas y millones de cápsulas de la primera luz, del inicio de la falsificación del después, perdido como el bisturí que desprende el silencio entre los jamones, siempre pasa lo mismo, la encontre vivaracha, lentamente inyectada en el retrovisor que saludaba al papanata que ya se había ido en una lata de várices y berberechos enchufados con gafas y azpilicuetas que son de limited privé y atte dejan frambuesas, acelgas y salutos afrancesados para todos los fantuchos y momios que se cuelan como mi abuela y en las fosas nasales se quedan cotonetes hasta el enchufe del masajeador que le da ostias, le mete terrible ostia, como el cortito de Martin karadagián, como los ocho ganchos de la noche y sus ñatos que le hacen el caballito, dios mío, que útero, que sonrisa falsa, que animal descomunal; por poco no saben donde está, no saben lo que tienen, está perdido con la moto, en algún colador para matar a unos cuantos, a full contract amoxidalite y CREAM NIVEA AWE Helena kennedy y alguién que es idiota, de tanto en tanto, de centro de saque de esquina, en orsai, él atraviesa la pared de su habitación y le dibuja sandalias romanas mientras la asesina entre mocos amarillos de dos metros de largo.