...no fe...cas???...

Le petit de cebollas ya era churrinche y de semilla ya andava para el parque primero y apenas dos partidos la llevaron para la Catedral de los sueños, la vió el agente de mi Papá, mi Mamá y mis tias armenias y le preguntaron si le seducía la idea de ir a Paris. Era un regalo de Dios, era un león de la Alhambra entre los celosos con corbata y Ferraris que la miraban cuando se levantaba a coger los huevos con patatas y jamón ibérico, en ese segundo la nata era el postre con frutas y la compota, era el pudin de coco y la baba del ambiente receloso entre los tremendos pajeros donde todos mojaban el huevo como si fuera un pez, en fin, clientes, marcianos, espaciales que aparecen con otros aparatos donde el personal vuela entre las mesas y todo el parking y todos los animales se quedan bañados de la luz de su carne muerta de hambre encantada con el servicio.