JET SET

Zapatero salío en bolas como un avión a chorro en procura de torrijas con maduxetas a las mil y quinientas para su amortadela y al pasar por la quinta de Galicia de Montevideo o de Buenos Aires o de Burkana-Faso libre, que es la misma ciudad de la abuela de Borges fue saludado desde Madrid por Rajoy o desde el lago Titi- Caca por Guti y la bestia Batista. Y toda esa majuga de jet sets que lo piden a él como la esperanza para recuperar este pais intoxicado por tantas jetas y sacarlo de las uñas postizas de tanto rifirafe que se olvida en la carpa de Gadaffi con sus 40 vírgénes y con la jet set para la foto y los preservativos esperando entre los pantalones que escuchan cosas. Estaba Sarkozy, estaba Putin, estaba Copito de Nieve, el caballo blanco del Llanero Solitario estaba reentonado, estaba la doble de Sharon Stone, el Presidente Calderón, el Nicolas Cage trucho todos para la foto con Robiñho y con Esperanza Aguirre que acaramelada al Pó estaba tirada en un sofa- cama intercambiando figuritas de "Mujercitas" y pétalos de jazmines con Copito y a las risas con unos preciosos morochongos y unos indios guatemaltecos que tocaban el Condór cuando pasa para Cuzco y pasaba como un messenger del otro lado de la barra con otro hombre ella recargando a Celia Cruise y la negra Noemi que estaba vicheteándo a la mujer araña que se toma un saque para el constipado locombiano entre los espejos y sale a buscar al ministro para presentarle a Harrison Ford a Boris y hablar un poco de Dios y de Punta del Este y volar de la mano de Elsa Pataky y de Scolari escalonado con los pavos a la portuguesa que el Cheff Iñaki y Ana Obregón prepararon con la madre de la madre Teresa de Cerdanyola y dejaron recetas de Carolina Herrería y Ferretería y otras cuestiones donde esta la Jet y sus celebrados banquetes con los Carolinos de Monascuí y los Reyes De Suecia, los polítiquis de frasco y su vuelta al confesetarius donde el Padre Raytzinger y los dueños de la vida y de la muerte sacan los pedazos de pavo, los franfurt con panceta segundos antes de que la Reina de Inglaterra aparezca entre las nubes de pedos y los metrés del hotel vean entrar a los Reyes y a Bush en un toro de plástico y a su Señora en un pez volador.