Sense gas Slim

Una lechuga blanca sale corriendo de su boca insultando con cada mirada a su novio que ya no es nada, ni novio ni culo roto ni paloma es un hombre sin rostro y que piensa en ella que esta trabajando en otra carpa cada nit en Jerez a veces Bombay o desde hace unos diás en Quito. Entre Erevan y Pamplona es la cosa esta del ajedrez con la señora de los acantilados que suben y bajan de su nariz de vaca llena de preciosas envidias endivias y diversos talles de queso y las mejores proteínas artificiales llenas de naftalina y chanel 5 que se estirán cuando pasa un nuevo pollo al propio avispeo estrellado que piensa lo mismo que usted que esta sentado del otro lado del water de la locura de este cuenco en esta noche nueva con pasos de bailarina rellena de jamón y queso y morrones y olivas negras y su dentadura de chal con tanta laca entre lobos marinos que son lápices y papeles y muchos ojos en otra sala dental que esperan calentar un huevo para la abuela del doctor y una pizza a su nieta inteligente y entre muñecos y globos una familia entera flota por otros huevos que Maria la mamá de Xavier prepara como los dioses. Saluda una berenjena rellena de moscas y ya no se ven en directo, su caricia de cianuro entre la vainilla y la banda de monjas desnudas que paran cada lunes entre las croquetas preciosas muy monas y te buscan te acarician en la mente encantada nuevamente de estar temblando como una enana alta peliroja típica enana paraguaya que de repente no sos vos ni la mujer rata y no te estoy entusiasmando pero parece mentira la mentira de tanta verdad con una sonrisa extraña y de aquella manera al mejor estilo de Ma Gibson la mamita del sense gas Slim, el animal de yuca, esa figura después de la guinda que avanza mas abajo de tu mesa en una pareja de huevos que pueden sentarse arriba de su cara que no dice nada en medio de cada lengua. Como explicar su temblequeo por matar dulcemente que avanza y no se ve por la neblina de los insectos que desprenden de sus alas dos enanos altos que no conocen a estos que siempre vienen por acá, una flaquita alta delgadita, yá la vas a conocer papi.