Mochos titiribí

Se sabe pero nadie conoce pero se huele aunque se tape se ve a cierta distacia de un suspiro que le levanta la tela a su vapor y esta semi-muerta esperando que entre en su boca otra vez la familia Kennedy para poder equivocarse lo que le cargue de costado el enano alto del turno que haga falta para cogerlos para activar esta mentira para tener mas y nada y tener para atrás bien descascarada la cara de momia del oscuro pinturrajeádo set de tapas de pene de Tokyo de un enano alto que anota algo que no sabe como se escribe. Una lengua marrón atraviesa la barra como con leche, lleva dos potes de vaselina un sorete, un titiribí pide un taxi a otro que parece un hombre inclinado sobre una foto y hablan las farsas de pastillas, se miran de reojo las caderas, aparentan saber todo, mientras aparecen los titiribí lambe ortos que dormidos fuman culos dicen hastaluegos parecen viciosos los dientes, necesitan vacaciones los ojos de los que atienden, las mesas yá no la aguantan, quedan pocos secretos, una croqueta se pinta los labios y sale moviendo el documento de regularización de permisos para la vida sexual de mochos que mientras se sacan el vestido la corbata la verdadera cara se ponen de volteretas los cantos y muestra el niño de las naranjas otra factura para mamá en el fondo sobre las hojas muy finitas.