Croqueta toxica

Todas en algún servicio de la mentira asesinan dulcemente, te soplan por detrás un huevo con jamón, un queso patético anda suelto, ella sin embargo te seduce con sus senos en una face de su doble vida de anestesista; te hace la cama con su falsa piel de pene la descalificadora de todas las croquetas; enanos y enanas altas arman ganas entre cada escama de baba de porcino y lanzan sus desfiles de antojos de moda Pedro Victor y Uruk Betteredgián desde la mesa del doctor y otra rata vuela con una bolsa negra y ofrece un cuento a un enano con una belleza de polyuretano que se come su cara al lado de otras demoliciones; a cambiado el cuadro de Roses en la pared del livining de Arlbert y su marido encantado desde Aiguamolls chupa y escupe pendejos de otro amante al cielo de Tegucigalpa, Banco Mercantil, chau suerte dice y se va, sigue así: sale piña mesa seis con un hijo y espera al lado de la doctora que come otra enana alta preciosa croqueta de cangrejo y de frutiila y su mirada te busca, siempre te miraba la cara cuando pasabas entre los huevos rotos; es así vivimos flotando entre gente toxica y atacados por diversos virus finales inesperados, gracias por este tiempo recuperado mental, es precioso estar libre de toda manipulación; todas en un solo vals con arvejas con la familia del doctor cargada de euros por una mirada muerta. Debo agradecer a todas estas croquetas toxicas por haberme inspirado en este pica-pica que es parte de la gran mentira, la perfecta manipuladora, la estilista y excelente instigadora croqueta que es deliciosa, que ya no entra más a manipular sobre los sueños de una ensalada de rape con guacamole. De todo esto el tiempo se caga de la risa, las caras explican las pruebas del aire y estudia la cara de la gran mentira que conoce de antemano cada ataque terrorista. Una encuesta entre enanos altos pelirrojos paraguayos revelo que esta jugando con un trensito. Se oyé su paso de queso.