Ni Natalia Oreiro

No soy ni Arturo Puig, ni Robert de Niro ni Al Pacino ni Natalia Oreiro, no soy un susto, ni una mano igual, ni un actor de cine, ni Eduardo Galeano, ni tu risa que no se donde está, procuren esperar, no se preocupen, los cuadros no se comen a nadie, alguna sugerencia le preguntó y ella rie y es bueno reír, ahora, mientras los cuadros no saben mas, luego saldrán, alguna sugerencia saldrá, vendrá llena de nostalgia, sera una oleada de otros flujos en otra dirección, que viene en aviones en cayucos y en otras cartas parecidas a lo que me escribías hace cien años, son las mismas que conversan en otros días, con todas las luces sin cargo adicional, sin más y con un montón de ingredientes y la adrenalina del amor y sus concentraciones imperfectas, fuera de la pista preparando cada milímetro de cada minuto perdido y la actuación imposible que funciona perfecta entre todo esto.