Thursday, November 20, 2008

Bricolatge en telemarketing al reves

La heladera quedo como un guante arriba de la mesa, bajo la nafta diez centesimos, los contornos de los ojos no tienen mas gel, se arrugan los callejones, terribles lomos salen en la tapa de la revista de la locura que no tiene nada que ver, bosteza el apartamento pelos que pudieron entrar encariñados y se sacuden los celos que no dan para tanto y me trasladan en la noche que sonrie de contenta por el riel impecable destapado con el destornillador de tu mensaje forrado con no se lo que voy a ser, pensamos ponerle algun motivo, recuperar palabras dormidas en servilletas y ademas la otra interpretacion que cae como una pulga montevideana que se ocupa siempre de algo de comer sentado como un ente que nunca mira un vencimiento, cruza planchado el puente de la red de mentiras que lava las camisas y mezcla todo, no se para, no lava, los ata, no los desprende y el roce lo plancha lo cocina, no sale mas
y en el fondo mete tres manteles con ocho camisas y siempre con vos y mas nada. Se ve el contraste que sale dentro de la pantalla, duerme el movimiento, ladra la siesta debajo de la cama, se desespera la distancia que vuelve a empezar a esconderse. Se cambio el ambiente, se agrando la casa, se avivan las luces, se terminan las maderas compensadas, se ultrapasan las lineas, siguen bailando por un sueño los cuentos, esta enamorado el atrofio que tiene 1500 contactos borrados, los legendarios codigos sagrados se han perdido.

1 comment:

Anonymous said...

Y como pasa el tiempo Polilla y sin embargo calandracas aires acarician Montevideo y quedan para verte en el Bacacay, la peatonal y el Teatro solís esperan tu cara bleu. ICE.