ÑOARME

Sin buscarlo sin armar una maqueta o pebetero, sin saber que escribo y porqué es que me empujan otros ñoarmes que habitan en mis almacenes de Erevan y Jerusalen y vuelo entre la publicidad de CX50 y el vértigo del divage su enjuage mental de escapatoria y me abrazo a este siestero agosto que me alimenta esta demora empapada llena de telarañas y baja en baby-doll con el calor celoso y mirando los juegos de eurospor a la 2 y de la 2 al canal 56 o 57 para ver correr a siete aviones detrás de un oro que se abre y me escupe en la cama longanizas y camioncitos "Majorette" y me deja otras manos que salen de las paredes para levantar mas que el chino que le ganó a Martyrosian en esta libriotek de levantar camiones y tentar con editar quien sabe cuando, con quién, quién sabe donde estoy dentro de tres minutos, más allá del desparpajo pajarraco del azar que mientras escribo me muestra otros lugarelos y cuentos nunca contados de la poesía que el autor no sabe nada de momento, no sabe a que saben sus labios, volver a peinarte, haciendo cualquier cosa que quiere zafar del compromiso.