Digamos que el brazo de la cafetera le abrió los vidrios todavía con lagañas de croasanes y de hojas de parra rellenas de fideos chinos y gambas que llevaría para los pájaros muertos de sexo después del vascolet y me acerqué un segundo como una sombra al precioso féretro de sus uñas que buscan internet como ardientes conchas y consoladores que acompañan a estas letras que sacan la cabeza del sófa y vuelan por el universo y me dan otras palabras para que lanzé en estas pérdidas esperanzas al coulis de la morfina y recupere el zapping de la vida con sus sudores congelados y su sonrisa de momia con todas sus asesinas promesas recalentando en la cama los hongos a la putanesca y pidiéndo empapado dulcemente una pastilla para la cabeza para volar en vuelo directo hacia el gatito rosado de peligrosas arañitas.
Thursday, July 17, 2008
SUDOREX
Digamos que el brazo de la cafetera le abrió los vidrios todavía con lagañas de croasanes y de hojas de parra rellenas de fideos chinos y gambas que llevaría para los pájaros muertos de sexo después del vascolet y me acerqué un segundo como una sombra al precioso féretro de sus uñas que buscan internet como ardientes conchas y consoladores que acompañan a estas letras que sacan la cabeza del sófa y vuelan por el universo y me dan otras palabras para que lanzé en estas pérdidas esperanzas al coulis de la morfina y recupere el zapping de la vida con sus sudores congelados y su sonrisa de momia con todas sus asesinas promesas recalentando en la cama los hongos a la putanesca y pidiéndo empapado dulcemente una pastilla para la cabeza para volar en vuelo directo hacia el gatito rosado de peligrosas arañitas.
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