No pasa nada

Los cuenteros de susurros me ponen a prueba las cosas que se paran a secarme las manos y se detienen entre los suicidas que me flotan de tus tobillos alargados como coquetos que se dan el lujo de decirme que me vaya a la concha de mi madre y no pasa nasa, nenguei saca la bocina, ni se saca la mentira su soutien que se agarra de la cuchara esta de la delicadeza y de la generosidad que mete un meñique, no pasa nada; la pasión sigue su viaje con escalas inesperadas, me gustaría no participar, verla pasar hacia el bísturi toda empapada en leche cada bocado sexual y vivir de los reflejos como Maradona, como un pico de libertad antes de irnos al queso de la muerte y sus edulcorantes e hilachas; vale para comprobar cualquier duda atenta al desconcierto de la pasión que vuelve loca desencajada a resbalar por tu nalga llena de crema para los babosos que te esperan salir entre las felicitaciones para probar el postre de otarios y bellos embobados.