PAVRO SALZMIC OLGUL

Me secuestra la camisa como un duque, me arranca la cabeza, me sujeta el viento de pavos las capas de pintura de los lectores que logran palabras y que clavan las fotos dobladas en este estuche que me acercan en las naves espaciales que me cepillan las estupideces que se rien desde el abismo lleno de palabras alambradas y en seda y que se abrazan hasta la muerte y me tiran tiempo para no saber que escribirte ni que darte de comer, ni tener un poema que valga la pena no escupirlo ni ararancarle los ojos, ni una aspiradora para esta guerra peligrosa de la soledad para copias jorobadas en cuestiones de realidades que pasan como una metáfora, solo una, que no sabe que es lo que tiene entre sus letras ejecutadas mediante inyección letal en la camisa que el viento abraza.