DUCH

En la duchetti el 104 desnú completa-ment desnú messiedamme sintió la mota del placere penetrar la carne algaribic de su corpo entrando en su cobacha con la punta de la lengua de colapso de ella, la lengua entrando armando una amarga ansiedad; solo ella tenía la chatarra y se daba el lujo de entrar en esa catarata como su tatarabuela peinando a su dragoncito desnú en la palangana de magnesio de la sensualidad y sus baberos todos llenos de moscas disecadas, sintió que su abuela le secaba los ojos a su pretendiente con té de marcela, le pareció ser su primo con su novio, ser otro desnú esperando sus pezones, y se dejo atrapar como fascinada por el orgasmo asomando su cerebro, ponerse crema en la piel transportada en pequeñas emociones que vienen de otros tiempos a ponerme shampoo, morfina y toquecitos deliciosos.