Una mujer

Una mujer se hizo de mi espacio aéreo
y se quedó con mi mirada, yo quede paralizado contra la pared y
los perros ni se avivaron, yo podiá ver a mis amigos pero ellos
los hijos de siete mil camiones llenos de putas dormián como boas panza arriba
y ni se despertaron ni nada parecido, tuve ganas de gritar
pero ella tenía mi mirada atada con alambres de púa y estaba oliendo la ropa de Papá y de Mamá y de la tia Emilia, luego salió del armario con mi bikini preferido y
se fue entre las sombras que los muebles mueven según el carácter de la situación del emporio inagotable de las mentiras(preciosas chiquilinas).
Pero, el horno no esta para bollos... la otra noche en el ascensor
mi tia Emilia recordó que hay una mujer en el edificio que parece un águila,
que entra como perico por su casa cuando quiere porqué dicen que ella es como
un duende, es como una faraona, ella es la ciudad, sus calles sus árboles y su gente, es de otro planeta, es un fantasma que me encontró entre los basurales de la soledad, ella, dicen los muertos, prepara la cena y los infartos, del musgo de las alcantarillas saca la sopa, de las cáscaras de las pinturas prepara tostadas con crema catalana para que entremos en su pasarela de reliquias, tiempos cazados para sentarnos a comernos una noche semanalmente entre las momias, entre los olores sobre la hierba sobre su ala quemada agasajando este tiempo de placer lleno de palanganas con alas.