Estoy sentado escribiendo saboreándo un poco de fideúa

Estoy sentado escribiendo y saboreándo un poco de fideúa
dejada por una espía armenia y es un deleite este placer, Astor
duerme debajo de la mesa y la persiana esta baja separando el ruido y el polvo de la calle que quiere entrar a descubrir lo que estoy masticando y esta sentado en el balcón,
los labradores desde el jardín parecen gustar del menú en sus ojos almendrados,
es tierna la mirada del placer que sube por las patas de la mesa y
se recuesta entre los sobres de sacarina y así mientras tanto descansa, baila, se agiganta sintiéndo la felicidad sin prisa y disfrutando del alimento.
Y no esperaba este presente, pensaba en llamar por teléfono a una cadena de comida rápida pero saque la lotería y no necesite el teléfono, cosas que pasan pocas veces y trata de descubrir en el arte del encuentro al amor con sus lenguas, raras, preciosas, entrando puntual el placer en sus brazos apoyados en la mesa.