La liberación de Montevideo

Era una noche húmeda, pero estrellada de rayas rosadas y blancas,
yo estaba con mi pistola de plástico arriba de un níspero
de la calle Bernardina Fragoso de Rivera controlando la entrada de Ramón Anador y tenía el monopatín rojo "colachata" esperándome en el porsche por sí venían los malos y estaba también el fuerte con los indios y con "Tomajaux" y los caballos y los tanques y los soldados del Sargento Sander´s y estaba también el Pato Donald con Michey mirando cualquier movimiento y nos juntamos con los Tres Chiflados y Benny Hill en el living de la casa de Bernarda... para preparar su libertad,
armamos nuestra red y fuimos poco a poco por las alcantarillas por entre los living
preparando rescatarla de las sombras oscuras nazis que andan disfrazadas en las escuelas , entre cruces..., tenemos a Gardel Señoras y Señores a Julio Sosa a Zitarrosa y a los muchachos de la foto que consideran la idea necesaria, indispensable para salvarla de la pifia de otro gobierno corrupto y del paquete de la mentira, todos sacaron los violines, los pomos, los triciclos.
Se sacaron las escafandras quedaron los huecos de los ojos rellenos de hongos y cantando "Adiós Juventud" de "Jaime Roos" traspasaron las paredes
y apareció Batman y Robin que repartián ácidos y porros, el perro invisible enamorado como un chorlito estaba enganchando temas de Ella Fitsgerald y así, con música y muñecos de goma y preciosas ganas de estar dentro de su pijama como un caracol con miedo a que empieze a roncar y a escupir pollos amarillos y verdosos y rojos, pudimos liberarar a toda la humanidad que estaba esperando comiéndo franfruters helados entre grapas y objetos acumulados donde un gato y dos perras armaron esta idea para festejar la victoria, esnifar el olor a colita de cuadril y la vida dando pistas de amor para que las fuerzas invasoras desaparezcan como ratas por las cloacas de la "Playa de los Ingleses", olvidarnos de la violencia, de las barbaries, de las mentiras y dejar que todo vuelva a la calma, al orden de Mamá cuando se pone a cantar como Sinatra, solamente Mamá y Marchello Caubarrere, el sobrino del coronel, gran coleccionista de obras de arte; pueden liberar Montevideo y mirar a Papá, acariciarle la cara y
llevarlo a la casa de su madre antes de que el sol asome sus varices y
sus francesas y las botellas de champagne sean abiertas por Mademoiselle Giselle entre los alemanes que halagan los franfruters y no les interesa nada mas,
solo buscan niñas de cualquier color y se divierten sanamente y no es ningún chiste,
es el "collage", la liberación es eso el "collage" y
el retorno irresistible de la muerte con sus obsesiones constantes.