RAPE

El rape aguantó pero llegó, llegó con dentadura de alambres de santo postizo y con hilos de pus almacenados en los calcetines del trabajo. Vino servido por el ano como otros grandes rapecitos dentro de otro pescado con dos cabezas que lo ponen al baño maría, lo dejan en un rincón contra los zapatos y los quesos, nunca lo sacan al ano a pasear, ni al ZOO ni a que conozca otros pescados y tarados zapatos y quesos dentro de nabos y vejigas, que conozca los traviesos del Parqué Rodó, que aprenda de una meretriz vez encantarse con su olor a coliflor hervido y desde luego ya sabemos que es un poco orticarius este fish presentado en bandeja con jazmines y con la dieta de chupete de gloryhoies y flemas regaladas por enormes zapatos de carne y de cabellos de patos a montones en el plus del sauna los días festivos y en los especiales y en las ovejas de su baba abierta como un niño que te saludan como cagando un calzoncillo y seis pares de medias Can-Can y sus dedos de zapatero se deslizan debajo de los amantes llenos de pegamento y euros muchos euros muchos Mamá entrando entre sus piernas llenas de preciosas criaturas con cara de filet de porc al Gin-Fizz y cientos de flechas venenosas esperando su porción de miel en sus ojos de queso de cabra.