Wednesday, November 08, 2006

El Duende

El olor a "campari" se iba colando por las persianas, poco a poco el yaccuzi iba llenándose de gotas calientes de su piel de mango al chocolate.
Fue a verlo por sus ojos, a buscar su olor de uvas que mezclado con el olor a gas entraban para verla dormir todas las noches en los recuerdos...
Estar en la playa para dormir acurrucado de su amor de Roses que junto a los pescadores le acariciaban su cara marcada por el viento, abrió un poco la rendija de su cama y vio al Duende en el borde con impresionantes alas, estaba con uno de rojo, se quedaron parados en el borde mirándola, respirándola, puso el despertador y se quedo dormida.
Pasaron algunos ronquidos-fax entre el silencio con las nutrias que comían mangos en la cafetería acurrucados entre las uvas hasta que una amiga de Marchello, como a las once le de dátiles y le afeitara las piernas debajo de las sábanas y la música de otro silencio se quedara en la madrugada otra vez aprovechando su timidez para conversar con ella como si la conociera de toda la vida.

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