La suerte de nuestros abuelos

Antes de asomar en este lugar en este labio decir que deja lo que sale con amor lamiéndo donde este su cuerpo su esqueleto de montaña, con el instinto de escribir en el vicioso alimento del pensamiento que celebra la gloria de la suerte de nuestros abuelos, el fluido de esto que viene de lejos, la decoreta de la tulipa que empieza en la nocturnidad que fluye de los labios, la gran lámina del deseo que vive y vuela por el cielo, la bolsa gigante del espacio con sus carruajes y los cabellos de los autos feroces de enfermos amores y la suerte de nuestros abuelos y tus ojos nada más, el resto es una facultad espacial donde los efectos son extraños no importa yo ya comí tu ternura yo ya morí en tus brazos yo ya puedo convertirme en cenizas encantado de alimentarme de tu carne de tu planeta lleno de setiembre, yo ya sé el dulce sexo que el espejo lentamente amaba, yó ya morí en tu miel y los aires de tu cuarto ya conocen tus senos de ciruelas ya el cuarto conoce tu mejor cara la luz mágica de tu piel fantástica ya el ropero sabe tu susurro de almíbar y universoooooos enteros ya la luna nos extraña sobre todo tu mirada de reina ya tu espalda sabé la inmensidad del espacio el gusto de la victoria la sustancia mas pura del amor enfermo, lo que hay ahora es gimnasia es desesperación es sesos es cenizas ladrones abismo hermafrodita es otra cosa otra tempestad es cavar más es alguna desgracia es atmósfera pesada es otro capítulo tuyo es tu ropa tu pose para la foto de ese otro es otra gracia con otra pena es otro estado anormal otra risa ebria otra sala otra comida es otra máscara otra tos otro muerto ahí a tu lado es otro esqueleto otro nervio olfativo otro desprecio que no sabe con certeza cuando llega la hora. Cuando su algo rechaza todo cuando nada queda y el fúnebre gusano de la negatividad se come el foie y el amor mas puro no vale nada tiene un aspecto genial pero no vale nada, quisiera besar tus lunares.