Elefante

Todas las distancias desaparecen en un instante como un ojo perdido en un gemir, el sueño desenmascara la dualidad de todo, la especie de reemplante de la falsedad y sus chupadas pesadillas, se extraña lo puro, la fealdad de la belleza con su ruido a zinc de persona razonable, la equívoca fase de la vida en un punto, las diversas caricias ahora en un insecto, avanza la noche con sus barcas perdiendo lágrimas y podadoras, permanece tranquila la distancia esta hasta equis fingir, hay estrellas que soplan su vientre de millones de niños, se acercan desde los cristales a mirar su desnudez y atraviesan la maraña de salamines y ángeles y olas y encajes de enanos de presentimientos raros pero ahora no es necesario fingir, la distancia abre su puerta, se acerca hasta su olor come sus frutillas trae nada de tiempo y apoya entre tanto apuro su mejilla sobre su vientre muy suavemente, cierra los ojos y sabe que no hay tiempo que perder y desaparece en la oscuridad provocando la mirada dulce de toda su piel que no sabe que la mente es unos de los transportes mas hermosos, el alimento mas sano del corazón en su inexplicable desorden en esta hoja de papel que saca del pasado parte del tesoro y lo revive sin modificar sin retocar nada, los poros están lejos las mentes no sé en donde están, se detiene la materia se mueve la perspectiva del análisis de la nada, te deja en las nubes su orden de polyuretano, su evaporada circunferencia, queda el amor con diferentes tipos de enfermedades y conversaciones en donde su sonrisa de rostro oval ya no es de elefante.