Monday, December 14, 2009

Solo Rondeau





















Tal como ocurre solo una vez, como aparecido por la luz de millones de cerebros infantiles zurcidos por sus manos de abuela negra nos junto el mercado del puerto y de entrada conectamos el gigante encuentro con el solo Rondeau entre calamares, otros ingredientes y comensales, me hablaba silenciosamente, me dijo que no la pierda a la morocha, que tiene cara de buena persona, que son buenas y que él se había equivocado con una rubia que se le fue con un alumno suyo dejando caer una risita en el plato y que la cuide entre bocado y bocado que no la pierda que no le mienta y en todas su formas me miraba desde otro siglo y hablaba bajito del amor, de cumplir, de la verdad, de encontrar el verdadero significado de la vida y me dijo entre su abadejo y nuestras miniaturas me dijo, hay que comer pescado por lo menos dos veces a la semana y no la pierdás con su mirada de dios, aguántala me dijo; la peor tortura es estar solo y es la verdad mas grande que escuche, ahora en este momento trato de dedicarle un petit homenaje a sus palabras a los minutos que la vida nos regalo y ahora sale este texto que da vueltas por mis dedos que le escriben este saludo como un agradecimiento a sus palabras llenas de penetrante soledad.

1 comment:

Anonymous said...

Doctor Enrique, todo un caballero y me besó la mano cuando se despidió y tal vez algún día, volvamos a encontrarlo...