Polvos first class

Algunos laguneros dan vueltas la mondiola entre las nubes que juegan en los cuellos de los amantes como peces perdidos salidos de un suspiro en un sofá en un dinosaurio que manda mensajes y entrá bien dentro del fondo de la caja de nueces avellanas y pistachos de dos churrascos colgados de otra nube que pasa y pregunta detrás del universo...ipí quedó pronto el texto y todavía no quedo, responde la cortina con su particular paso de odalisca. Los polvos de todas maneras siguen su texto, se recuestan, mandan mensajes, entran al biorsi, al espejo, al sachet lácrimal del espejo que detiene el tiempo y su envoltorio de polvos crujientes que salen, entran y suben como escaladores de hombros de ombligos y de labios y así transcurre la navidad, así se moja su minuto de gala que sigue con el viento y su pelo de first class que solamente espera lamer la exquisitez de su carne, de un trocito de su carne acaramelada rellena de almendras.