Thursday, July 19, 2007

Mousse de espinacas

Era raro que viniera a buscarlo el caballo de la mesa sesenta, era muy discreta,
más allá de todos los besos y sonrisas intensas y cortas,
más allá de todas las veces que le calentó las espinacas y le trajo la caipiriñha.
Algunos inclusive los mas prostitutos esperaban años para un encuentro, para activar los diversos litros de leche descremada apilados entre las latas de atún y garbanzos y estaban hechos polvo y el local en general era un orgasmo, estaba mareado, cuadros vitrinas camareros, todos durmiendo, una dosis tan preciosa, imposible de explicar, como un ninja con el tenedor en medio de la multitud, zumbando y esquivando platos y codos y flores, como un bicho raro, como un disparo de queso y con una hilera amarilla de muchísimos camareros que seguían los impulsos de su perfume de higos sabrosos, de su fiebre colombiana que lo llevaban como en una bicicleta con canastero hacia una luz muy grande,... hacia la aparición de su madre y sus hermanitos y la tía Gregoria y las hijas de su otra tía, la de Nueva Yersey (West Orange)y las primas de Pando(ciudad industrial), esperando conocer al que se quiere beneficiar(por 600 pesos)20 eros guapoo, la crema de espinacas de la nena, estaban todas felices porque iba a entrar dinero para comprar algo para los Reyes y venían también todos los árboles del barrio y los perros con sus respectivos niños
todos llenos de flores.

No comments: