Asombrados empapados

Asombrados los placeres que se asombran de los extraños escalofríos, en la ocación cuando te busca la sed, como si se quedara suspendida en el efecto de cambiar los miles de besos que esperan su mesa para apoderarse de sus miradas despiertas y brutales, por morir atado de sus labios llenos de orgasmos y de su panza de dátiles y todo exclusivamente por el sentimiento o el encantador delirio que siempre domina la situación enloquecida, la peina, le pone los tornillos, le da un pomelo, le arma un porro para que pueda dormir
y otra vez empiezan a entrar los enamorados, otra vez se tiran a la victoria más grande del mundo en sus brazos empapados de frutillas, de cualquier manera otras cosas increíbles que descubrir atravesaran cada respiro, eso se palpa, se huele entre las dudas y recién comienza este procedimiento mágico, estos primeros bocados asombrados abandonando las mesas recién servidas.
Hay que esperar dicen las palabras que habitan arrugadas rodeadas de gentes que flotan encima de su cara de caramelos de miel.