Zapallo

La punta de una caricia muerta mira a través de lo que sale, se queda horas en el mediocre gusto de mirarse al espejo y ver la soledad pocos segundos agrandarse como un ojo, la fatiga somnolienta escribiendo algo en el sueño que da vueltas por la casa como una ballena, atenta al menor ruido de los muebles su maquillaje simple de hermosa receta de crema de verduras y su planta de perejil que asoma sus dos brazos de una oreja de la pared, la soledad habla sola sentada vestida con el traje de novio de un pinguino que a veces usa pedazos de esta historia para estos asuntos antes de dormir y llegar al otro lado de su corazón y acomodar con la punta de la lengua el raro arte de descansar, así en este caso se convierte en primordial llegar a ese corazón y reconstruir su sonrisa de aroma a zapallo. No sé porque sale esta basura en vez de estar en otro container pero la soledad habla dice que es hermosa ella y la paz en esta nube en este ingeniero silencio desde su nave detiene el tiempo un minuto dos minutos y sobre la cama de la memoria se tira a dormir como un nombre de esos que aseguran su invitación al vernisaje de antropólogos de esta ciudad.