No ocurrio como los caballos amaban como los ferrocarriles diseñaron en los balcones no fue como las escasas palabras ante los diversos intentos del taller de silencios no fue entre imprevistos ni acomodados papanatas todo ocurrió de algo rodado con el viento que se abren todas las delicias y uno vuela en cada vidriera entrando como un juguete al mundo del absurdo rumor de la carne soñando del otro lado de las estrellas con los ojos de todos los colores, fue mágico el encuentro de los novios ese abrazo lleno de murmullos del aire escupiéndo máscaras toldos ventanas y pelucas fue mágico ese instante secreto de los novios de merengue abrazarse entre las moscas y escamas que andaban revolviéndo la calle fue mágico esa circulación de la sangre su estallar en mil pedazos en los brazos llenos de espacios descubiertos y con los ojos de papel de arroz, el musical de la vida sigue su hospital su gárgola llena de cúbicos destinos que arman este deambular de uvas que empiezan otra vez a finalizar estos redondeles que emanan los besos que están como si supieran que avanzan o se paran según el agua del florero.
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