Lunares

El servicio nocturno a la luna para ir a buscarlo entre los bares era lamentable, se pusó el poncho gaúcho rosado con mariposas y lunares de todos los colores y el disfraz de pantera y la camiseta del Ajax, se pusó medias caladas, se pintó los ojos y los labios y arrancó para el campo de la luna para buscarlo, encontrarlo, verlo aunque sea un segundo y todo estaba en silencio, la luna le observaba entre las nubes como una guaranga, yá tenia patas de vaca y sandalias de algodón acaramelado y ojos blancos y rosados y en algunas filigranas la noche que es flor de educada en la cama estaba agazapada entre 235 colecciones de sus abrazos, escondida y contenta de verlo otra vez al lado de la abuela.