Letras del voyage

Arrancamos como de madrugada, esperaban dos croasanes entre los collarines de la vida, esperaban nuestras bocas de granos de cacao,
con toda la dentadura pronta para masticar entre las frutas el tiempo que sea,
el paisaje estaba como derritiéndose entre los edificios que dominaban la vista
su total imaginación por el destino, por las flores.
Pasamos recorriendo naves espaciales bien pequeñas al borde del canal de los labios
y cuando llegaba la oscuridad con su coche supersónico, el sueño lleno de estrellas nos sacaba a pasear 48 horas para alimentar el amor con sus obras completas y sus prospectos para medicamentos.