Terrible Asesino

Es una lacra, mi especie, el super-macho, el terrible asesino, coleccionando cadáveres, pasando su mirada de hielo y los fantasmas que habitan dentro de su soga barnizada de seres malvados y fríos y espectaculares y crueles donde sea.
Se ha perdido la cifra en mi mente de las mujeres asesinadas a pedradas a cuchilladas a garrotazos y de cualquier forma repugnante a cualquier hora en presencia de los que sean a manos de sus hombres y he perdido la cifra de pederastas, de violadores y asesinos entre tantos telediarios y programas del corazón, la mas reciente, el cádaver de la chica chilena de 15 años en Tenerife, -hay tres detenidos- siempre fue así, quizás ahora lo vemos por internet o por la tele a diario pero siempre el hombre se pasó de la raya por lo que fuera, el rubio el negro el bueno el de corbata, el que viene desnudo, de cualquier cloaca y secretos, es posible que los problemas dentro de la barriga asesina crearon su oscuridad, desde la arteria carótida, desde el antro de la familia a veces, otras no, las malas juntas, los encargos, los secuestros envueltos para las ratas, no sé, es un tipo raro este cerdo, este hombre tranquilo, peró cuidado cuando empieza a hacer ruido con un costado de sus labios, puede perder el encanto de padre cuando viene fresco en un cruce de cebra, es directo, frío, es el que tiene la última mirada, acá, en la China en Ciudad de Juaréz en Darfur y en todos los lugares donde ahora mismo sigue matando, sigue arrojando cuerpos al río, destripados como filetes de pulpo de la misma manera que pasa saludando desde un tanque de guerra, dejando buena propina a los camareros o soltando un eructo.