Las cucarachas andan como aviones, segurísimas que el hombre es un desastre
en la cama y un corrupto en las cosas de la vida
y noche a noche conquistan subsuelos y
por los caños arman sus festivales transando
sus artesanías y sus trabajos de arquitectura.
Hay que buscar una solución antes de que lleguen
a meterse en nuestra cama, por los niños y
por nuestra ciudad tan abandonada, no es fácil,
hay que empezar por otro modelo de nuestra especie,
que sea honrado y que termine con
este colectivo super-organizado
antes de que sea muy tarde y
en ese momento volveremos a
caminar desnudos por las calles
cubiertas de hojas de papel de arroz
y cantaremos victoria entre los fantasmas
y genios todos pinturrajeados
entreverados con narcos y con
traficantes de niños.
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