el abrazo

mi churri estaba redormida en su cama,
cuando llegó su media naranja que la tomó de las manos y
la abrazo y empezaron a volar por la casa
a través de diferentes ascensores, sin hablar,
atravesaron desde el balcón abrazados los techos de las casas,
sobrevolaron el monasterio y descendieron en el paseo Gaudí
para abrazarse más y llegaron a la biblioteca abierta para ellos en el sueño
y se sentaron en el jardín para reír y sentir el amor que
se sentaba con ellos y se besaron y entonces el amor se quedo tranquilo
y los dejó solos desapareciendo entre los pasadizos.