No puedo desaparecer

Es la luz del corazón que viene que la veo voy cruzando el mundo y viene a unos metros, no puedo volar ni desaparecer y crece el susurro dentro del cuerpo, es un sueño no es una alucinación es ella es esa poesía única que viene caminando que voy al encuentro de ese caminar triste de sus ojos de la tarde de la rambla del horizonte, el dibujo de sus ojos apagados y los pasos donde flotan los pensamientos

,el hilo fino del horizonte presencia ese aprendizaje en la cosa que el tiempo creo con sus ilusiones y sus sueños en esa pasarella del amor con sus sombras sus abrazos sus ballenas sus ejercicios completamente distintos y sus caballos y todavía en ese sabor de la voz del tiempo, yá no es lo mismo ya esa luz es fría esta congelada no tiene paz se nota en su rostro donde no se nota por ningún lado la luz del amor, solo las rocas se quedaron con la presencia de ellos en esa aparición mágica de la novela tal, la historia casual de imposible reconstrucción, solo los edificios y la luna saben lo que han visto, una mujer y un hombre dolidos por el amor encontrados por la memoria caminando lentamente hacia una terapia de pocos minutos y el sereno tiempo dedicado a redactar esta carta que además de no servir para nada es un alivio, una caricia diminuta valiosa de las palabras que saben que han sido felices divinamente felices a pesar de las tantas equivocadas maneras.