La silla 620

Entre frutos secos y velas los reyes vuelan un seis de enero, la silla 620 vuela, esta volando sigue dando vueltas saca fotos habla con el sol que es entrenador en esto, la vida perifar nos hace de la carne de ella y nosotros todos los que habitan mi mente vamos en el taxi ecólogico otro día, separados por ocho mas siete calles mas o menos quince por escribir algo, por decir donde estamos en que punto de la nada encantada con el viento estamos, un desierto una tristeza su sonrisa que me asesina, una playa el mismo piso la misma vertical diagonal, su sonrisa el olor la miel de su carne su sonrisa ahí viene la veo ahora, viene subiéndo y así vamos así seguimos parece que seguimos parece que seguimos entre la multitud de nueces de castañas de galletitas de paté danés de esencias que entran como su lengua en mi oreja y vuelo por los aires con todas las esencias de la piel que salen para mí. La caja de fósforos nos ve venir nos ve irnos en el mundo separados entre las estrellas entre la multitud de estrellas separados y juntos juntos en un punto en un cabo; yá los dioses y el sol saben bien que andamos empapados mojados inundados de sublimes compatibles salvajes deseos disfrutando de las ganas de amarnos, no se para que seguir escribiéndo para que sirve escribir la nada esta nada inmensa sublime magistral.