Pero

En que shopping estás en esta tarde que se ofrece para salir en esta linea para abrazarte dulcemente en el sofá desde mi sofá de bombones surtidos, comerte arriba de otro supermercado, empacharme de tocarte la nariz, ser tu chiclét, tu media sandia, tu fruta alrededor del planeta, otro canelón, una mosca sentada en la muralla comiéndo otro acento con adaptador en el intento de la distancia su enfermedad crocante. Como esta el último beso que quedó crespo, la duda y su carraspera, como te extraño, pero como contás esto, lo nunca visto, lo que nadie espera en el duscher del caramelo de tenerte acá entre los campeones del mundo, tenerte en aquellas caricias todavía tibias de riesgos laborales como algo compatible con la merca, con el arránque de las muelas de la noche y sus sastres. Vuela un dedo sobre el apretado nabo de cristal de este pelo que es el mundo, de esta vuelta en la última gota de la última ola de este punto en la nada loca enana espléndida, equivocada formidable, saltan los elogios, esperan los tsunamis, aprovechan la siesta los dioses, los inteligentes vienen tarde, las bacterias siguen de fiesta, los más importantes son los que mejor viven, los que viven más son los menos importantes, hay sandía abundante, hay champagne francés, hay pastafrula, hay pascualina, hay un enano ensartado que baila entre las sombras, hay maté y futbolistas que trabajan de otra cosa.